Nuestra firma lleva representando en los Juzgados españoles a más de cerca de dos mil consumidores británicos en acciones legales contra los complejos de multipropiedad, bien por contratos que incumplen la legislación vigente, abusos durante el periodo de ventas, etc.
A continuación incorporamos una breve guía que puede servirles a modo orientativo.
Dada la amplia información sobre nuestro buen hacer en los Juzgados españoles para nuestros clientes, la versión de «Nuestras Victorias», la incorporamos en el idioma inglés, habida cuenta de que ha sido concebida para clientes británicos a quienes hemos representado. Adicionalmente, llevamos a cabo servicios de mediación para liberar a los clientes de su multipropiedad, dependiendo de la naturaleza de su contrato o complejo turístico.
Multipropiedad, un poco de historia y conceptos generales
La Directiva 94 / 47EC del Parlamento Europeo y del Consejo se implementó en España a través de la Ley 42/1998 promulgada para proteger a los compradores de productos de tiempo compartido, que entró en vigencia el 5 de enero de 1999. El 15 de enero de 2015, una resolución del Tribunal Superior tuvo un impacto significativo en los propietarios de tiempos compartidos españoles. Se dictaminó que todos los contratos firmados después del 5 de enero de 1999 deben ser por menos de 50 años, lo que prohíbe la práctica de los «contratos a perpetuidad» que habían prevalecido desde la década de 1980.
Alentados por este fallo, se presentaron más desafíos en defensa de los consumidores ante el Tribunal Supremo. Desde entonces, los centros turísticos están obligados a ofrecer a los clientes un «período de reflexión» que tiene por objeto la consideración de la compra del producto de tiempo compartido, sin presión de ningún tipo. El período inicial de 10 días (Ley 42/1998) se extendió más tarde a 14 días (Ley 4/2012).
Igualmente se determinó que cualquier semana en régimen de tiempo compartido desde 1.999, debe indicar claramente los detalles del apartamento /unidad/semana vinculados a la compra, así como la hora de llegada y salida.
El incumplimiento de estas resoluciones puede terminar con la nulidad del contrato y los compradores son elegibles para recibir un reembolso completo de todos los dineros gastados en la compra de su propiedad de tiempo compartido.
la empresa , S.L. está altamente especializada en esta compleja problemática en defensa de los consumidores, interponiendo demandas judiciales en todo el territorio Nacional, con un total de más de 1.100 procedimientos con un porcentaje de victorias cercano al 100%. Por favor, visite nuestro apartado relativo a las victorias obtenidas para nuestros clientes: https://la empresalegal.com/our-victories
Un poco de historia
El tiempo compartido surgió por primera vez en la década de 1960 en Suiza, de la mano de Alexander Nette cuyo deseo era el de poder disfrutar todos los años de vacaciones. Después de la adquisición de varias propiedades que se vendieron en un programa de acciones de «derecho de uso» en lugar de bienes inmuebles escriturados, se le ocurrió un eslogan pegadizo que aconsejaba a las personas «era más barato comprar el hotel que alquilar la habitación» y tuvo el impacto comercial deseado.
En la década de 1970 en Estados Unidos, el concepto de tiempo compartido proliferó rápidamente, especialmente en Florida, donde un pequeño número de desarrolladores de bienes raíces, que estaban experimentando dificultades para vender sus propiedades en tiempo de crisis, comenzaron a implantar el nuevo modelo de ventas, lo que supuso un antes y un después.
En 1974 RCI (Resort Condominiums International) fue constituido por Christel y Jon DeHaan. Inteligentemente, pensaron que si los propietarios de tiempo compartido pudieran cambiar su semana por otra semana en otro lugar, aumentaría el valor añadido del producto y comercialmente sería más exitoso. A esta iniciativa, siguieron numerosos grupos de intercambio en todo el mundo.
En los años posteriores a la aparición del tiempo compartido, se crearon varios sistemas nuevos de comercialización, como el Sistema de Puntos o la Propiedad Fraccional para brindar al consumidor «flexibilidad» y más opciones en «pro» de sus vacaciones. Los esquemas se comercializan como una mejora en beneficio de los consumidores, pero en realidad es otra forma diseñada para los complejos pueden aumentar sus ventas intentando persuadir a sus clientes para la adquisición de puntos y todo mediante agresivas técnicas y venta.
Aunque hoy en día el tiempo compartido no goza de buena reputación en general, hay clientes satisfechos que han regresado a su propiedad de tiempo compartido año tras año y han hecho uso de su compra sin ninguna queja. El consenso general es que el problema no suele ser la propiedad de tiempo compartido en sí, sino la forma en que se vendió al consumidor y las condiciones bajo las cuales firman un contrato. Esto ha llevado a gastos imprevistos, excesivas cuotas de mantenimiento y derramas, amén de condiciones vinculantes de las que es muy difícil desvincularse.
Los diferentes tipos de propiedad de vacaciones
Contratos en Escritura Pública:
Los contratos escriturados se venden como bienes inmuebles en Escritura Pública. El apartamento se divide en períodos de una semana con los cuales el propietario puede hacer lo que quiera: usar su semana, alquilarla, regalarla, dejarla a sus herederos o venderla a otro posible comprador. El propietario también es responsable de su parte de los impuestos inmobiliarios, así como de los gastos de mantenimiento.
contratos de derecho de uso
Con los contratos de derecho de uso, un comprador tiene derecho a usar la propiedad de acuerdo con el contrato que tiene un período determinado de validez, de esta forma a su contrato queda sin vigencia y todos los derechos vuelven al propietario. En otras palabras, un contrato de derecho de uso otorga el derecho de usar el recurso por un número específico de años. Sin embargo, una cuestión planteada por el reciente fallo del Tribunal Supremo español es que muchos contratos de derecho de uso se han vendido a perpetuidad (la definición de los cuales incluye propiedades que duran más de 50 años), lo que significa que no hay fecha de finalización y es por ello por lo que se ha dictaminado que dichos contratos son nulos y sin efecto.
Clubes Vacacionales
Se trata de programas vacacionales: estos son sistemas basados en puntos que han sido adoptados por compañías con múltiples complejos tales como las cadenas de hoteles Accor, Hilton y Marriot. Ofrecen títulos de propiedad o derechos de uso a sus miembros con derecho a usar los servicios del complejo. La duración es limitada a un número de años.
Dentro de esta modalidad, existe una variación más reciente: en lugar de comprar los derechos de una unidad específica, los miembros del club vacacional pagan una suma inicial para comprar una cantidad de «puntos» que pueden canjearse por diferentes vacaciones cada año. Esta modalidad está sujeta a tarifas anuales de mantenimiento.
Algunas compañías pueden poseer unidades en múltiples complejos y en diferentes ubicaciones, ofreciendo servicios a una base de clientes «especiales» bajo una apariencia de «exclusividad». Algunos clubes ofrecen semanas individuales en otros complejos.
Tiempo compartido semanal fijo
Este tipo de tiempo compartido es solo para una semana en particular o ciertos días del año. El complejo vende la unidad identificada en periodo concreto, digamos una semana o semanas del año a la persona que está dispuesta a comprarlo.
Tiempo compartido de semana flotante
A veces, las unidades de tiempo compartido se venden como semanas flotantes. Un ejemplo de esto puede ser una semana de verano flotante donde el propietario puede solicitar su derecho de uso durante la temporada veraniega, generalmente las semanas 21 a 35.
Programas de puntos
Los programas de puntos de los complejos también se venden como escriturados y como derecho de uso. Los programas de puntos otorgan anualmente al propietario una cantidad de puntos en función de las características de la propiedad. La coordinación del uso de esta modalidad se lleva a cabo con el complejo. Muchos programas de puntos están afiliados a grandes grupos turísticos que ofrecen una gran selección de opciones para destinos de vacaciones.
Muchos programas de puntos brindan cierta flexibilidad con respecto a una estancia convencional de una semana, incorporando ciertas variables que determinan tanto el costo de la inversión a tenor de una tabla de puntos en función de factores tales como:
- Popularidad del resort
- Tamaño de los alojamientos
- Número de noches
- Popularidad de la temporada
- Propiedad fraccionaria
Aunque la propiedad fraccionaria está marcada de tal manera que disocia el concepto del estigma del tiempo compartido, muchas personas aún lo confunden con el tiempo compartido. El término propiedad fraccional se refiere a una propiedad que tiene varios propietarios. Es a la vez similar y diferente del tiempo compartido «tradicional»:
Número de propietarios por unidad
El tiempo compartido está diseñado para tener cincuenta y dos propietarios por unidad. Las propiedades fraccionarias generalmente tienen entre cuatro y dieciséis propietarios por unidad. En última instancia, ambos conceptos son para una unidad de vacaciones compartida.
Rangos de uso de vacaciones del propietario por año
Los propietarios de tiempo compartido generalmente compran una semana de uso por año y en algunas ocasiones un paquete de dos semanas. Los propietarios fraccionales sin embargo, disfrutan de unas tres a doce semanas de uso de vacaciones por año.
Diferencias en la Propuesta de Venta Única de Propiedad Fraccional // Tiempo Compartido
El tiempo compartido se comercializa como una «opción inteligente y más barata» que en estancias hoteleras y alquileres de vacaciones. Es también un argumento habitual el beneficio que obtienen los compradores ante el encarecimiento de sus vacaciones futuras debido a la inflación: El tiempo compartido hace posible el concepto de alojamiento privado de vacaciones para personas que de otra manera no hubieran podido permitirse adquirir una vivienda para sus vacaciones.
La propiedad fraccional se ofrece como una opción inteligente y más barata a la propiedad total. Los clientes solo compran la cantidad de uso de vacaciones que pueden disfrutar de manera realista y pagan solo una fracción del precio de compra y el mantenimiento anual. En algunos casos, la modalidad fraccional permite a los compradores poseer una propiedad de mayor calidad o bien, la adquisición de múltiples casas de vacaciones en diferentes destinos turísticos.
Es una creencia común que con la propiedad fraccionaria obtienes títulos de propiedad de la propiedad, y con el tiempo compartido solo obtienes el «derecho de uso». Esto no es del todo cierto, ya que es posible comprar una propiedad de tiempo compartido y recibir los títulos de propiedad registrados de su parte. Lo que algunas personas no se dan cuenta es que con los esquemas de propiedad fraccional, sus derechos de uso están relacionados con acciones registradas a nombre de una sociedad, con la única facultad del derecho de uso, limitando de esta forma cualquier otro tipo de disposición.